La visión de Compassion es que todos los niños en situación de pobreza prosperen desarrollando el potencial que Dios les ha dado. Para ello, integra un conjunto de acciones dirigidas a producir resultados en diversas áreas. Estas acciones permiten brindar atención integral en cuatro etapas del desarrollo: supervivencia (gestación- primer año) niñez temprana, niñez intermedia y adolescencia.
En la fase final, el programa responde a las necesidades e intereses propios de la adolescencia. Para ello, Compassion cuenta con una estrategia juvenil que contempla diversos temas y actividades.
Como resultado de los beneficios que provee el programa de desarrollo integral en cada etapa, se espera que los participantes se conviertan en
Esta aspiración final es evidenciada en cuatro áreas:
La formación espiritual propicia un crecimiento continuo para que los jóvenes sean seguidores de Jesús que han internalizado la verdad bíblica, están comprometidos con el señorío de Jesucristo, y están contribuyendo a través del servicio.
Al concluir el programa, los jóvenes están física y mentalmente sanos; tienen una identidad propia saludable y mantienen relaciones saludables.
Los jóvenes están preparados para autosostenerse económicamente y apoyar a otros. Esto significa que están motivados para buscar la independencia económica, tienen habilidades esenciales para lograrlo, y han alcanzado un nivel óptimo de educación/capacitación.
Los jóvenes influyen positivamente en su contexto, tienen una visión para transformar su entorno, poseen habilidades esenciales para impulsar ese cambio y demuestran integridad moral.
La formación espiritual propicia un crecimiento continuo para que los jóvenes sean seguidores de Jesús que han internalizado la verdad bíblica, están comprometidos con el señorío de Jesucristo, y están contribuyendo a través del servicio.
Al concluir el programa, los jóvenes están física y mentalmente sanos; tienen una identidad propia saludable y mantienen relaciones saludables.
Los jóvenes influyen positivamente en su contexto, tienen una visión para transformar su entorno, poseen habilidades esenciales para impulsar ese cambio y demuestran integridad moral.
Los jóvenes están preparados para autosostenerse económicamente y apoyar a otros. Esto significa que están motivados para buscar la independencia económica, tienen habilidades esenciales para lograrlo, y han alcanzado un nivel óptimo de educación/capacitación.