Al convertirse en patrocinador, usted se relacionará con un niño quien conocerá su nombre, le escribirá cartas y orará por usted. Además de su aporte mensual, sus cartas, su amor y su preocupación por él tendrán un impacto significativo en la vida del niño.
Con una contribución mensual de $43, usted hará que el niño se conecte con una iglesia por medio de la cual obtendrá apoyo consistente en atención médica, alimentos, oportunidades de educación, formación espiritual y capacitación en áreas técnicas, entre otros.